La presencia de la Filosofía en la nueva LOMLOE queda sustancialmente reducida. No es la primera vez que en una reforma educativa se desconfía y se censura la enseñanza de la actitud crítica, subordinándola a proyectos ideológicos y criterios de eficiencia pragmática o económica. Sin embargo, la filosofía desde Sócrates significa el desafío de la racionalidad a la imposición dogmática e ideológica. ¿Qué sentido tiene educar en igualdad, libertad o solidaridad si se pretende imponer estos valores acríticamente, desconfiando de la autoridad de la razón? Pues la razón no acepta ser sumisa a ningún poder, solo se somete a la verdad.
Un gobierno que pretende educar en valores, pero recurre a la imposición de unos criterios éticos –incluso si se esgrimen los Derechos Humanos como coartada- y minusvalora la autonomía del espíritu crítico de la Filosofía, no es un gobierno democrático pues no confía en la racionalidad del ciudadano. No se trata de inculcar valores éticos sin más, sino de educar en el descubrimiento racional de los mismos. Y éste, y no otro, ha sido cometido fundamental de la Filosofía. Nietzsche, Platón, Aristóteles o Tomas de Aquino, todos ellos aceptaron el valor de la racionalidad a pesar de configurar doctrinas muy diferentes desde experiencias también muy diferentes. En todos ellos hubo una actitud crítica y racional.
Reducir las horas de Filosofía en 1º de bachillerato a dos horas semanales, o las cuatro horas de Historia de la Filosofía a dos horas semanales (aunque se incorpore a todas las modalidades de 2º de bachillerato), suprimir por completo Filosofía en la ESO, no manifiestan sino una desconfianza en la racionalidad y en la autonomía crítica de los alumnos. A cambio se configurará una asignatura (Valores Éticos y Cívicos) que amenaza ser una reproducción de la controvertida Educación para la Ciudadanía.
Ya es hora de que el sistema educativo no esté sujeto a estrategias políticas de ningún signo. Es ridículo que, en esta ocasión, quienes denunciaban el adoctrinamiento en el sistema educativo del franquismo utilicen las mismas estrategias para “educar” en su propia interpretación de los valores éticos.
Por todo ello, Educación y Persona exige la eliminación de todo elemento ideológico en el sistema educativo y la recuperación de las horas sustraídas a la enseñanza de la Filosofía.
Y nos adherimos a la Plataforma en defensa de la Filosofía en sus reivindicaciones.
Educación y Persona