El adoctrinamiento político en los colegios navarros es innegable

Artículo publicado en Navarraconfidencial.com. 20 de noviembre de 2017

Bailecitos en homenaje a los detenidos de Alsasua que llevan 365 días en prisión. Esto no es Cataluña, esto no es un material secreto filtrado por un inspector del Ministerio de Educación. Esto es un colegio público de Barañáin. No hace falta tener contactos en el CNI para conseguir el vídeo, la izquierda abertzale lo divulga tranquilamente en las redes. ¿Acaso tienen algo que temer?

Si controlamos la Educación, en unas generaciones tendremos el control de la sociedad. Este es el pensamiento y el objetivo del nacionalismo desde hace muchos años. En Cataluña, en la Comunidad Valenciana, en las Baleares, en Galicia, en la CAV o en Navarra. Es por el control de la Educación que el nacionalismo avanza en todos estos sitios. Si para formar un gobierno hacen falta los diputados nacionalistas, aunque sólo fuera uno, ya sabes que la Educación es lo que te van a pedir a cambio. Al menos ellos lo tienen claro. Por eso no hay posibilidad de frenar el nacionalismo en coalición con el nacionalismo. La politización de la Educación es un objetivo plenamente buscado, de hecho es EL objetivo, si además los niños aprenden matemáticas pues bueno. Hay colegios y modelos en los que el pensamiento único adoctrinador es absoluto. Y ni siquiera hablamos de colegios privados, concertados, o de algún modo libremente elegidos por las familias, sino de centros públicos. El único problema del nacionalismo, de hecho, es evitar que fuera de los colegios públicos y los modelos controlados por ellos exista una alternativa educadora no nacionalista.

Por lo demás, esto no es algo que esté sucediendo ahora con la llegada del cuatripartito, aunque sin duda lo potencia, porque la verdad es que viene ocurriendo hace décadas. La llegada al poder del cuatripartito en realidad es la consecuencia y no tanto la causa del adoctrinamiento en los colegios. Lo que se ve a continuación no es una escuela perdida en una pequeña localidad catalana, es el Instituto Biurdana de Pamplona hace escasas fechas, en cuyo animado patio lo mismo nos encontramos con una concentración de admiradores de Puigdemont que con unos solidarios de los detenidos de Alsasua, dispuestos a alimentar la cantera de presos con nueva carne de cañón.

Decíamos que el adoctrinamiento es evidente, permanente e impune en determinados centros públicos. ¿La Inspección? ¿Qué es la inspección? En realidad lo tenemos tan interiorizado como algo normal que ya no es noticia. O si no fue noticia cuando tuvo que serlo y no se tomaron medidas cuando se tuvieron que tomar, como para serlo o tomarlas ahora. La conclusión, en todo caso, es que resulta absurdo escandalizarnos con el adoctrinamiento de niños en Cataluña cuando lo tenemos aquí, a la vuelta de la esquina, generalizado en nuestros colegios. El Instituto de Iturrama es un clásico en cualquier álbum de fotos sobre aulas y politización.

¿De qué tipo de aulas han salido los detenidos de Alsasua? Y todos esos chavales que salen de esas aulas, ¿creen ustedes que en el futuro serán votantes críticos? ¿Creen que quienes les han adoctrinado deberán temer en el futuro inmediato que su voto cambie fácilmente? Y si esos futuros votantes votan críticamente, ¿lo harán gracias a todo lo que han aprendido en el colegio o a pesar de ello y con un gran esfuerzo? ¿Qué sentido tiene intentar luchar contra el avance del nacionalismo sin luchar contra las causas del avance del nacionalismo? ¿De qué sirve luchar contra los síntomas ignorando la lucha contra el origen de esos síntomas? La alternativa obviamente no es un adoctrinamiento de signo contrario, sino recuperar la libertad en la escuela pública. La libertad educativa es el arma definitiva. Pero hay que romper la vitrina, quitarle la anilla y empezar a usarla. Mirar las llamas no basta para apagarlas.