El 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas en la República Dominicana las hermanas Mirabal. Este trágico evento sirvió de base para fijar la fecha del 25 de noviembre como día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aunque en los últimos años cada vez son más los que denominan a esta fecha como Día Internacional de la No Violencia de género, un hecho que se pudo constatar el pasado 25 de noviembre.
Este cambio de nombre no es casual. Diversos medios de comunicación y organizaciones están interesados en que se ponga el foco en la violencia del hombre contra la mujer, y la mejor manera de conseguir su objetivo es modificar el lenguaje. Así, en pocos años nos hemos acostumbrado a hablar de violencia de género casi sin reflexionar. Sin embargo, a más de uno le sorprenderá saber que las hermanas Mirabal no fueron asesinadas por sus maridos. Eran activistas políticas que se oponían al régimen del dictador Rafael Trujillo, que ordenó a sus secuaces que las liquidaran. Es decir, el móvil fue puramente político, por no hablar de que también hubo una cuarta víctima en este horrendo crimen: Rufino de la Cruz. Pero a él ya nadie lo recuerda, pues esta circunstancia todavía encaja menos con la violencia de género.
Desde FamiLiaE nos parece una tragedia que cada año mueran a manos de sus parejas unas cincuenta mujeres y deseamos que llegue el día en que ninguna mujer tenga que pasar por esto ni tampoco por el maltrato, pero creemos que la historia no se debe tergiversar y tampoco se debe aprovechar esta circunstancia con fines ideológicos, tal y como se hace con frecuencia desde diversos ámbitos de nuestra sociedad. Ya incluso en lo que concierne a la mujer se comete la injusticia de invisibilizar a un importante sector. En 2017 51 mujeres fueron asesinadas por violencia de género, pero hubo otras 67 que fueron asesinadas por otros motivos y no fueron noticia; tampoco lo fueron los 207 varones que fueron asesinados por diversos motivos, algunos de ellos a manos de sus parejas. También es interesante conocer las estadísticas del maltrato. El de ancianos es 10 veces superior en cifras que el de mujeres, mientras que el de menores no anda muy lejos de las cifras de maltrato a la mujer. Y el de hombres, aunque no llega a estas cifras, tampoco es despreciable. En el fondo es la familia en su conjunto la que está en peligro y a la que hay que proteger.
Desde FamiLiaE nos preocupa que la ideología haga hincapié en un solo ámbito de la violencia, muy importante sin duda, pero no el único. Por otro lado también creemos que se hace poco desde el ámbito de la educación por conocer las causas y como resultado las cosas están empeorando lejos de mejorar. Por ejemplo, las agresiones machistas entre adolescentes de edades entre 14 y 17 años han aumentado en menos de siete años un 682%. Y es que centrar la educación principalmente en condenar al hombre no es la solución al problema. Tampoco lo es impartir charlas en los colegios donde se muestra una sexualidad desvinculada de un proyecto de familia. Así se producen relaciones de usar y tirar donde la primera perjudicada es la mujer (la mayoría de las jóvenes y adolescentes se sienten utilizadas), aunque los jóvenes tampoco lo llevan mucho mejor; acaban sintiéndose vacíos, porque no hay un horizonte ni proyecto vital con el que ilusionarse. La vida es un carrusel de relaciones y en medio de ese sinsentido es normal que aumenten las agresiones.
En definitiva, creemos que se está buscando un buen fin, el de la erradicación de la violencia del hombre contra la mujer, pero se están olvidando otros tipos de violencia y no se está enfocando bien el problema desde el ámbito educativo, quedándonos solo en la superficie, olvidándonos de inculcar en nuestras futuras generaciones las virtudes y valores sobre los que construir relaciones estables basadas en el amor y el respeto, fruto de las cuales se edifiquen familias con las que se construya una sociedad mejor.
Familias por la Libertad de Educación
Publicado en Navarra confidencial.com